El próximo 7 de octubre es la Jornada Mundial por el Trabajo Decente. Las organizaciones sindicales afiliadas a la Confederación Sindical Internacional (CSI) reivindican un compromiso de los Estados y de las organizaciones internacionales con el Trabajo Decente: empleos con derechos y salarios dignos, protección social e igualdad de oportunidades y de trato entre hombres y mujeres.
En la actualidad existe la suficiente riqueza para mejorar las condiciones de vida y de trabajo de las trabajadoras y trabajadores del mundo. El crecimiento económico debe beneficiar por igual al conjunto de la ciudadanía y no solo a la una minoría rica que cada vez tiene mayor acceso a los recursos, entre ellos a los del poder. Por esta razón, la CSI ha elegido como lema para la Jornada Mundial por el Trabajo Decente del próximo 7 de octubre “Cambiar las Reglas”, porque es necesario un cambio que impulse una distribución de la riqueza socialmente más justa.
La Jornada Mundial por el Trabajo Decente es, desde 2008, una convocatoria mundial de la CSI. El concepto de Trabajo Decente, acuñado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), recoge que las personas tengan la oportunidad de acceder a un empleo con derechos y con un salario digno, la seguridad en el trabajo y la protección social, la libertad sindical y la igualdad de oportunidades y de trato para mujeres y hombres.
Según el informe Perspectivas sociales y del empleo en el mundo – Tendencias 2018 de la Organización Internacional de Trabajo, más de 192 millones de trabajadores y trabajadoras en el mundo están desempleados. Cerca de 1.400 millones de trabajadores ocupaban un empleo vulnerable en 2017 y se esperare para 2019 se sumen 35 millones más. En los países en vías de desarrollo el empleo vulnerable afecta a tres de cada cuatro trabajadores.
Las desigualdades de género son especialmente graves. Las mujeres tienen menos probabilidades de participar en el mercado de trabajo (26 puntos porcentuales menos que los hombres) Cuando sí lo hacen, tienen menos probabilidades de encontrar un empleo. Esto sucede especialmente en África del Norte y los Estados Árabes, donde las trabajadoras tienen dos veces más posibilidades de estar desempleadas que los hombres. Y acceden a peores empleos: en 2017, el 82% de las trabajadoras de los países en desarrollo se encuentran en empleos vulnerables, frente al 72% de los trabajadores.
Los jóvenes trabajadores también tienen menos probabilidades estar empleados. La tasa mundial de desempleo juvenil es del 13%, tres veces más elevada que la de los adultos (4,3%) El problema es especialmente grave en África del Norte donde casi el 30% de los jóvenes trabajadores no tienen empleo.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible recogen, en su objetivo 8, promover para 2030 un crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todas y todos. La Cooperación Española lo ha recogido también como una de sus prioridades en el V Plan Director. Además, reserva a sindicatos y a organizaciones empresariales el papel en la Cooperación al Desarrollo de la “construcción de espacios de diálogo social y de estrategias de desarrollo sostenible que contribuyan a reducir las desigualdades, fomenten la gobernabilidad democrática y, en definitiva, contribuyan a erradicar la pobreza”
El Instituto Sindical de Cooperación al Desarrollo (ISCOD) es una organización no gubernamental para el desarrollo de carácter sindical. Internacionalmente pertenece a la Red Sindical de Cooperación al Desarrollo de la CSI y a la red europea de ONGDS Solidar. En España es miembro de la Coordinadora de ONGDS (CONGDE), ha suscrito su código de conducta y cuenta con su sello de transparencia. Los proyectos de cooperación al desarrollo de ISCOD están sostenido principalmente con subvenciones públicas y con las aportaciones de sus colaboradoras y colaboradores.