En el contexto mantenido de crisis social, económica y política al que nos venimos enfrentando en los últimos años, la cooperación al desarrollo se contempla desde posiciones ideológicas, intelectuales y de gobierno, cada vez con más compromiso extemporáneo, en la idea extendida, de que nuestra responsabilidad ante las sociedades empobrecidas y la defensa de un desarrollo inclusivo y sostenible son compromisos que no podemos cumplir o “lujos” que no se pueden mantener.
Se utilizan argumentos perversos e injustos que pretenden enfrentar a “los pobres de aquí” con los de “fuera” por quienes imponen recortes y políticas insolidarias. A estos argumentos se incorpora el hacer responsables a los pobres, personas y países, de su propia situación, obviando la responsabilidad de las políticas que han venido provocando esta realidad…